Autor: Ernesto Sábato.
Editorial:
Páginas: 95.
Capítulos leidos: XVI -XXXIX.
Páginas leídas: 40 - 95.
Sinopsis:
Pablo amaba a María, pero nunca la palabra amor se había pronunciado entre ellos. Pablo se dio cuenta de este sentimiento cuando María estaba en la estancia, se dio cuenta que se sentía vacío sin su compañía, María era todo lo que tenía, era todo lo que anhelaba, María se había convertido en parte de sí mismo.
Pablo y María compartían sus sentimientos a través de cartas, el único medio de romper la distancia que los separaba; pero María le advirtió a Pablo que su compañía le haría mal, pero a Pablo no le importó, porque él sabía que sin ella él moriría.
Después de muchos días María regresó a la ciudad de Buenos Aires. Se encontró con Pablo en la recoleta a las ocho. Pablo necesitaba hablar con María, él necesitaba resolver todas las dudas que le surgían a raíz de la actitud de ella; como por qué se había ido y lo había dejado solo. Pablo no se dio cuenta de que se estaba encegueciendo y que la conversación había tomado un tomo acusador y violento, a tal punto que le comenzó a gritar a y a apretarle los brazos, por el simple hecho que no obtenía respuestas.
La relación de Pablo y de María era de aquellas que aveces se dejaba llevar por la pasión, como también aveces se querían evitar el uno al otro; todo porque Pablo empezaba con un interrogatorio de mil preguntas siempre sobre el mismo tema, el comportamiento y las acciones de María, que cada día eran más difíciles de comprender, y Pablo en su razonamiento sacaba conjeturas que para él eran correctas pero necesitaba estar seguro, por tal motivo arrinconaba a María con mil preguntas, y como de ella no obtenía respuesta se desesperaba y creía que ella estaba jugando con él, con sus sentimientos.
María invitó a Pablo a la estancia, un lugar que queda ubicado en la costa. Allí Pablo conoció a Hunter y a Mimi, dos personas que según él eran falsas. Pablo sólo fue con el objetivo de pasar tiempo con María; ya que durante el tiempo que pasó sin ella su vida había sido un caos total, su alma se había visto dominada por la tristeza, por la soledad, hasta tal punto que había considerado la posibilidad del suicidio.
Durante la estadía en la estancia Pablo sacó más conjeturas sobre María, él pensó que María y Hunter eran amantes, de que María nunca lo había amado, de que ella había jugado con el, de que ella era una hipócritica, era una persona que era capaz de manipular los sentimientos de los demás.
Cuando Pablo regresó a la ciudad de Buenos Aires, se emborrachó y buscó llenar el vacío que le había dejado María con otras mujeres. En ese momento de locura y de descontrol en la vida de Pablo, el sacó la conclusión de que María era una puta, ya que era capaz de simular querer a Hunter, a su esposo Allende y a él, y quién sabe a cuántos más.
Pablo le escribió una carta a María, en la cual el plasmaba todo lo que él pensaba que era ella, y que había descubierto su juego. Pero en medio de su descontrol, de su rabia, de su tristeza, de su dolor, de su soledad tomó la decisión de ir hasta la estancia, sitio donde se encontraba María, y comprobar por sí mismo sus suposiciones.
Mientras esperaba el momento preciso para hacer su intervención, se dio cuenta que la vida de María y la suya siempre habían sido dos pasadizos, que para él se habían cruzado, pero después de todo nunca fue así, todo fue a través de un vidrio; la vida de María era una vida libre, en cambio la vida de él había transcurrido en un túnel oscuro del cual nunca había podido salir.
Después de tanta espera, Pablo subió a la planta alta de la casa por la reja de la venta y se dirigió hacia la habitación de María; cuando estuvo frente a ella empuño un cuchillo y se lo enterró en el pecho y en el abdomen; según Pablo tubo que hacer esto porque María lo había dejado solo.
Pablo salió de la casa y regresó a la cuidad de Buenos Aires e inmediatamente se dirigió a la casa de Allende y le dijo que su esposa le había sido infiel con Hunter y con él, pero que ella ya no le podría causar más daño a nadie. Después de mantener esta conversación con Pablo Allende se suicido. A las seis de la mañana Juan Pablo Castel se entregó en manos de las autoridades confesando su crimen de haber matado a María Iribarne.
Hallándose Pablo en prisión se lamenta por que ha matado al único ser que lo ha comprendido y que lo ha entendido. Su vida se ve envuelta en una gran tristeza y desolación, él se siente solo.
Fin.
Pablo y María compartían sus sentimientos a través de cartas, el único medio de romper la distancia que los separaba; pero María le advirtió a Pablo que su compañía le haría mal, pero a Pablo no le importó, porque él sabía que sin ella él moriría.
Después de muchos días María regresó a la ciudad de Buenos Aires. Se encontró con Pablo en la recoleta a las ocho. Pablo necesitaba hablar con María, él necesitaba resolver todas las dudas que le surgían a raíz de la actitud de ella; como por qué se había ido y lo había dejado solo. Pablo no se dio cuenta de que se estaba encegueciendo y que la conversación había tomado un tomo acusador y violento, a tal punto que le comenzó a gritar a y a apretarle los brazos, por el simple hecho que no obtenía respuestas.
La relación de Pablo y de María era de aquellas que aveces se dejaba llevar por la pasión, como también aveces se querían evitar el uno al otro; todo porque Pablo empezaba con un interrogatorio de mil preguntas siempre sobre el mismo tema, el comportamiento y las acciones de María, que cada día eran más difíciles de comprender, y Pablo en su razonamiento sacaba conjeturas que para él eran correctas pero necesitaba estar seguro, por tal motivo arrinconaba a María con mil preguntas, y como de ella no obtenía respuesta se desesperaba y creía que ella estaba jugando con él, con sus sentimientos.
María invitó a Pablo a la estancia, un lugar que queda ubicado en la costa. Allí Pablo conoció a Hunter y a Mimi, dos personas que según él eran falsas. Pablo sólo fue con el objetivo de pasar tiempo con María; ya que durante el tiempo que pasó sin ella su vida había sido un caos total, su alma se había visto dominada por la tristeza, por la soledad, hasta tal punto que había considerado la posibilidad del suicidio.
Durante la estadía en la estancia Pablo sacó más conjeturas sobre María, él pensó que María y Hunter eran amantes, de que María nunca lo había amado, de que ella había jugado con el, de que ella era una hipócritica, era una persona que era capaz de manipular los sentimientos de los demás.
Cuando Pablo regresó a la ciudad de Buenos Aires, se emborrachó y buscó llenar el vacío que le había dejado María con otras mujeres. En ese momento de locura y de descontrol en la vida de Pablo, el sacó la conclusión de que María era una puta, ya que era capaz de simular querer a Hunter, a su esposo Allende y a él, y quién sabe a cuántos más.
Pablo le escribió una carta a María, en la cual el plasmaba todo lo que él pensaba que era ella, y que había descubierto su juego. Pero en medio de su descontrol, de su rabia, de su tristeza, de su dolor, de su soledad tomó la decisión de ir hasta la estancia, sitio donde se encontraba María, y comprobar por sí mismo sus suposiciones.
Mientras esperaba el momento preciso para hacer su intervención, se dio cuenta que la vida de María y la suya siempre habían sido dos pasadizos, que para él se habían cruzado, pero después de todo nunca fue así, todo fue a través de un vidrio; la vida de María era una vida libre, en cambio la vida de él había transcurrido en un túnel oscuro del cual nunca había podido salir.
Después de tanta espera, Pablo subió a la planta alta de la casa por la reja de la venta y se dirigió hacia la habitación de María; cuando estuvo frente a ella empuño un cuchillo y se lo enterró en el pecho y en el abdomen; según Pablo tubo que hacer esto porque María lo había dejado solo.
Pablo salió de la casa y regresó a la cuidad de Buenos Aires e inmediatamente se dirigió a la casa de Allende y le dijo que su esposa le había sido infiel con Hunter y con él, pero que ella ya no le podría causar más daño a nadie. Después de mantener esta conversación con Pablo Allende se suicido. A las seis de la mañana Juan Pablo Castel se entregó en manos de las autoridades confesando su crimen de haber matado a María Iribarne.
Hallándose Pablo en prisión se lamenta por que ha matado al único ser que lo ha comprendido y que lo ha entendido. Su vida se ve envuelta en una gran tristeza y desolación, él se siente solo.
Fin.
Preguntas, dudas o sugerencias: Es un libro muy interesante ya que nos muestra la forma de pensar de aquellas personas que en medios de su tristeza y de su soledad, hacen cosas que en su parecer están bien pero que no es la formas más correcta de hacerlo, y que después se arrepienten porque se han dado cuenta que por sus actos han perdido cosas o personas valiosas, ya que son las únicas capaces de llenar y alegrar sus vidas.
Frases o ideas:
- "El amor enceguece y que mágico poder de transformación tiene".
- "¿Por qué todo ha de tener respuesta?".
- "¿Por qué hay que decir ciertas cosas?".
- "La muerte tampoco es mi tipo y no obstante muchas veces me atrae".
- "Hay muchas maneras de amar y de querer".
- "¡ Cuántas veces esta maldita división de mi conciencia ha sido culpable de hechos atroces!".
- "Yo creo que el artista debería imponerse el deber de no llamar jamás la atención".
- "La felicidad está rodeada de dolor".
- "No sé cuánto tiempo pasó en los relojes, de ese tiempo anónimo y universal de los relojes, que es ajeno a nuestros sentimientos, a nuestros destinos, a la formación o al derrumbe de un amor, a la espera de la muerte".
- "Y los muros de este infierno serán así casa día más herméticos".
Palabras desconocidas:
- Pernicioso: Muy dañino o prejudicial.
- Argüir: Dar argumentos a favor o en contra de algo.
- Escepticismo: Incredulidad o duda a cerca de la verdad o eficacia de cualquier cosa.
- Puerilidad: Lo que se considera propio de un niño.
- Nihilista: Negación de uno o más de los supuestos sentidos de la vida.
- Dilucidar: Aclarar y explicar un asunto, ponerlo en claro.
- Volanta: Coche de las Antillas.
- Subterfugio: Escusa o pretexto artificioso que se usa para evadir un compromiso.
- Abúlico: Que padece abulia, que no tiene voluntad o energía.
- Pedantería: Actitud del que presume de su sabiduría.
- Execrable: Digno de condena.
Muy bien!
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